Dar en exceso no es garantia de felicidad

Lavandas en mi jardín

Alguna vez alguien me dijo “Salí del pantano”. Evolucionar. Eso, que en mi país cuesta tanto. El país no evoluciona y como si fuera una normal consecuencia tampoco lo hacemos algunas personas.

 No se puede vivir parado en un mismo lugar, dando vueltas y vueltas, creyendo en un progreso que no es tal. Resignando felicidad por los demás, quejándose siempre de lo mismo, teniendo miedo siempre de lo mismo, padeciendo las mismas actitudes, creyendo que el cambio llegara o bien, resignándose  a que nunca llegue sin hacer nada por eso.

Como si las malas energías se enraizaran y con eso, todo se distorsiona y ya no sabes que es lo normal y que no.

Lo que le sigue a la oscuridad es, sin dudas, el alba. El resplandor del amanecer, y depende de nosotros quedarnos en la oscuridad o ponerle fin con nuestra luz.

El silencio es a veces el mejor y único camino.  El poder dejar de escuchar las voces que nos hacen mal, así como dejar de esbozar y expresar las quejas y demandas propias, que también nos hacen mucho mal y no lo podemos ver.

Que sería si no esperáramos nada del otro? Seguramente sería más fácil  y más ligera la vida. Porque los problemas surgen cuando reclamamos amor, atención, cariño, cuidados. Y cuando todo eso no llega, sobreviene la gran desilusión. Pero qué pasa si no esperamos nada de una persona? No pasa nada. No nos duele, no nos quejamos, ni reclamamos.

Con muchas personas actuamos así. Generalmente, con los amigos. Por eso es que las relaciones de amistad son más duraderas que las de pareja. Por el grado de expectativa, de tolerancia, de exigencia.

En general, las relaciones que  se basan en la comprensión hacia el otro son las mejores. Por ejemplo, yo tengo amigas con las que no nos regalamos nada para nuestros cumpleaños, yo soy muy regalera, y siempre que les hacia un regalo esperaba retribución. Cuando mi amiga en cuestión no me daba nada, me sentía poco querida. Un día deje de regalarle, aunque no de quererla, y nuestra amistad se fortaleció, porque ninguna de las dos reclama a la otra la atención, el regalo, etc. No hay reproches mutuos. Simplemente nos saludamos con cariño en nuestros cumpleaños, y durante el año nuestra amistad se nutre con buenas intenciones y deseos y además estando presente si una u otra tiene un problema. Aprendimos a regalarnos la amistad mutua.

Entender las relaciones, te hace más libre. Y deberíamos hacer lo mismo con nuestras parejas, a lo largo de la vida. Porque si uno entiende al otro y no se ofende, todo absolutamente es más fácil.

Siempre voy a recordar  el maravilloso libro: Los cuatro acuerdos.  Este libro se basa en cuatro acuerdos que debemos realizar con nosotros mismos.

Se impecable con las palabras

No te tomes nada personal

No hagas suposiciones

Haz siempre lo mejor posible

Los problemas empiezan cuando nos tomamos todo personalmente y empezamos a suponer cosas.  Ahí dejamos de ser impecables con las palabras y dejamos de hacer siempre lo mejor posible.

Cuando nos tomamos las cosas personal mente y dejamos que nuestros pensamientos supongan cosas muy alejadas a la realidad, le damos rienda suelta a lo emocional y es un peligro.

No quiero vivir eternamente desilusionada por lo que mi pareja haga o deje de hacer. No quiero quejarme y recibir cada día como si fuera la película de Bill Murray “El día de la marmota” en el que cada cosa se repite sin fin.

Evolucionar implica, saber tratar a quienes nos rodean. Saber que hay cosas que los demás hacen y no es por falta de cariño. Si comprendemos eso, nos ayudara a ser mas medido en lo que damos y esperamos recibir.

Dar, con mensura, garantiza no desilusionarse si el otro no responde como esperamos. Si lo damos todo, dejando de lado nuestra esencia, siempre vamos a quedar insatisfechos, porque nunca darán todo por nosotros.

Diciembre es muy especial, al menos en estos hemisferios, la gente suele deprimirse mucho y esto se agrava con el cansancio que acumulamos durante el año.

Tratar como nos tratan. Dar lo que nos dan: Entender al otro, sin presionar. Sin dar más de lo que el otro quiere recibir.

Menuda tarea. Entrar en el silencio interno, que siempre aconsejo Osho. Aprender a no hablar demás, y envolvernos en el silencio y la observación de los demás. Eso, nos volverá más serenas y más felices.-

Feliz Año mis queridas seguidoras. Estos ultimos meses el trabajo me mantuvo de modo intermitente, pero adoro escribir y ver el cariño de ustedes, asi que en 2020 no voy a abandonarlas!! Me voy a tomar unas vacaciones en enero pero en febrero estare devuelta y con sorpresas!
Les deseo un feliz comienzo de 2020 y que estemos juntas!!! las leo, las quiero!

FELICIDADES

CIERRO POR VACACIONES MODO OFF HASTA FEBRERO!